jueves, 5 de mayo de 2011

El Dr. Jekyll y Mr. Hyde



Hace ya más de una semana, termine de leer un libro que explora aspectos de la dualidad de las personas, Robert Louis Stevenson seguramente se preguntó por que la gente reprime algunos hábitos y gustos estrambóticos ante el que dirá el circulo de personas con los que uno convive o, quizá, conoció a alguna persona con un trastorno disociativo.
Bueno, parece que la química es algo muy interesante, y aún más en sus inicios, cuando era conocida como alquimia y, es que, eso de buscar que el plomo se vuelva oro o eso de obtener la vida eterna, es muy tentador, además, son cosas que la mayoría de los hombres anhelan, es decir, ¿No te caería bien un buen lingote de oro por que el gastaste como si fuese plomo? o ¿Que tal vivir eternamente solo por tener tu pequeña piedra filosofal?. Esos son aspectos muy románticos tomados por varios autores de libros y que inundan las fantasías de la mayoría de las personas.
Me parece que al Dr. Jekyll se le olvido que, cuando una persona toma una droga o alcohol, ésta solo es efectiva durante un cierto tiempo. Pero como la naturaleza de los hombres, al parecer, es nunca sentirse satisfechos con lo que tienen, la curiosidad lo impulso a volver a tomar el brebaje y, es que quizá era posible que no se limitara a tener dos personalidades, es decir, posiblemente su alter-ego tenia otro alter-ego y, no se sabe, quizá, en un bucle interminable de “otros yo” reprimidos podría encontrar lo que en verdad te satisface ser, algo raro, pues, si se és, se és... y nada más.
Volviendo al caso de Jekyll, sucede que era un solitario que dedicaba mucho tiempo al estudio, situación que no parece mal, pero al parecer se desvió en aquello de la pseudo-ciencia y cayo en los brazos de medicina alternativa. ¡Jaja!
Lo que sucedió, fue que cuando se convertía en ese ser que sin el menor recato estaba dispuesto a saciar las más extravagantes ideas liberadoras de dopamina, facilito que el Dr Jekyll cayera en una adicción a su pócima. Y, después ,simplemente se limito a culpar a su otro yo como si no tuviese control de en lo que transformaba (cobarde).
Más tarde se le ocurre al buen Dr. Jekyll tener un poco de fama y le hace una demostración a Lanyon, un antiguo amigo, de su gran descubrimiento y encima de todo le hace jurar por secreto profesional la no divulgación la escena (cobarde).
Una de las mejores partes es cuando el Sr Hyde pisa a una niña y como si no tuviera el cinismo suficiente para pisar a todos los que se pusieran en su camino, es regresado por el cuñado de Utterson para pedir disculpas, cosa que le trajo más problemas, pues tuvo que mostrar el lugar donde vivía. Desde mi punto de vista, un problema si es que pretendía seguir saciando sus más raras necesidades. Ahora tenia que andarse con más tiento, lo que su otra personalidad resolvió alquilando otra casa y abriendo una cuenta de banco a nombre de él fúrico pisador.
En fin, parece que la vida de Jekyll no tenia mucha acción y debido a eso se entrego a todo un planteamiento filosófico que proponía todo un nuevo mundo en el que, jurídicamente, todos tuviesen dos personalidades, ¡vaya que tenia imaginación el desgraciado!. Poco falto para que propusiera que todos nos encerráramos en un hotel y que viviéramos un linda utopía en la que existiera el pleno empleo y todo fuesen felices. ¡JA!
Después, se le ocurre matar a un miembro de la cámara de lores -imaginate- una acción que vista por una criada lo echaría todo a perder. Así, Utterson que era abogado, se dio a la casa del ignoto durante un tiempo por toda Londres, tiempo en el que Jekyll decidió no seguir bebiendo su mejunje que lo hacia desinhibirse y , entonces, volver a la vida social, una buena forma de despistar ¿no lo crees?.
Bueno, para mi esta es una buena historia planteada por Stevenson y opino que pronto, quizá, leeré algún otro libro de él, no se, quizá algo de piratas o para lo que me alcance o me encuentre por la red.

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